jueves, 15 de septiembre de 2011

¡Eureka!


Ya sé por qué estoy engordando! Es por el shampoo!
Recién hoy me di cuenta que la botella dice: "Para dar cuerpo y volumen”.
Desde mañana me bañaré con detergente para platos, cuya botella dice: “Disuelve hasta la grasa más difícil”

sábado, 27 de agosto de 2011

Podrida de lugares comunes


El nuevo salario mínimo, vital y móvil representa una mejora del 25%. En los últimos 8 años, el salario mínimo en Argentina ha subido un 840%. ¿Y si empezamos a hablar un poquito de esto también? No sólo los patrimonios se incrementan en el país!
En los últimos días he leído y escuchado en muchos medios de comunicación que "nadie sube su patrimonio a la velocidad del matrimonio Krichner (¿récord mundial?)". Decir esto me parece una simple chicana que no habla de economía, de salario real o nominal, ni de nada.
Ahora se le reprocha a la presidenta la falta de medidas progresistas. Todos podemos estar de acuerdo y decir que una medida progresista sería eliminar el IVA en los artículos de primera necesidad y -de esa manera- que el precio no siempre caiga sobre los que menos tienen. Pero no jodamos che! Pensemos un poco en las medidas de este gobierno. Pese a quien le pese, le guste a quien le guste, este gobierno ha tomado medidas totalmente progresistas en todos los ámbitos, incluido el económico.
Falta mucho por hacer, seguro; y seguro que van a seguir por más tiempo (ojalá que así sea) para profundizar un verdadero modelo como hace muchas décadas Argentina no tenía.
Durante la década del 90, para los nostálgicos de Menem, el salario mínimo se mantuvo congelado en 200 pesos equivalentes a 200 dólares. Ahora, ¿un peso no valía un dólar? Evidentemente no. Argentina estaba en una burbuja, aunque a muchos les encantaba. Y como esos ejemplos podemos hablar de muchas cosas.
Hasta que llegó la "yegua", la que aumenta tanto su patrimonio, a la que muchos cuestionan y putean por la marca del reloj que usa. Estaría bueno pensar un poquito más lejos, no donde termina nuestra nariz.
Soy extranjera, pero me siento feliz, no solo porque puedo desarrollarme profesionalmente en este país, sino porque me gusta lo que se está gestando, porque apuesto a este modelo. Apuesto, inclusive, sin participar políticamente porque no puedo votar, pero apuesto quedándome acá y reconociendo que aunque falta muchísimo por hacer, a diferencia de 1995, de 1999, o de lo que pasa en otros países de Latinoamérica y del mundo, confío en que este gobierno va hacerlo, de a poco, como se debe consolidar un modelo.
Hace poco vi un grafiti que decía "Néstor vive en la asignación universal por hijo".
Gracias Néstor, yo sí te lloré y te agradezco todo lo que hiciste. No tengo hijos, así que no cobro un mango, pero me alegro porque sé que hay pibes que lo necesitan y mucho.
Estoy podrida de notas ancladas hasta el hartazgo en lugares comunes como esta de Carlos M. Reymundo Roberts en el diario La Nación. El aumento patrimonial es una comisión incorporada a la gestión de gobierno, de todos los gobiernos, no es exclusividad de “la yegua”. No es choreo, y por eso no incide, ni incidirá, en la decisión del voto, que es lo que pretenden los multimedios que saben que con la reelección se les acaba el currito!
El 23 de octubre se cierra esa discusión.

viernes, 26 de agosto de 2011

El engaño


El fin de semana pasado estuve en Mendoza, una escapadita para romper la rutina, recargar motores para lo que queda del año y cagar seriamente el bolsillo. Pero valió la pena.
Todo fue maravilloso. Lo único “bajón” es que me enteré que fui víctima de un engaño. Me remonté a la noche del 24 de diciembre de 1984 cuando, a los 5 años, me enteré que el niño Dios no existía.
Esta vez la crueldad fue hollywoodense. Así que no fueron 7 años en el Tibet sino 6 meses en Mendoza. Era Brad Pitt por lo menos? O se trataba de Guido Suller bien afeitadito?
La película fue rodada en 1997 en Estados Unidos, La Plata (Buenos Aires) y Mendoza. Qué engaño tan hdp...
Como pasa con la mayoría de los engaños ¡todos lo sabían menos yo!
El tema es que tanto Brad Pitt como David Thewlis, protagonistas de la cinta, tenían -y tienen- prohibido entrar a China debido a que los cuidadanos de aquella ciudad consideraron ofensivo el argumento de la película.
El director del filme, Jean-Jacques Annaud, se las arregló para mandar un equipo de la segunda unidad al Tíbet para filmar en escenarios naturales, con la excusa de que estaban rodando un documental.
Más curiosidades sobre esta cinta que termina siendo un completo engaño aquí.

martes, 16 de agosto de 2011

No tengo ganas de nada!


A veces, en la blogósfera, me siento de la misma manera en que se siente una chica en la tercera cita con un chico guapísimo: cansada de intentar mostrarme siempre inteligente.
A veces sólo quisiera decir un par de buenas estupideces, dejarme en los brazos de la cursilería o simplemente no decir nada.
Hoy, como tantas veces, es una de esas veces y no tengo ganas esforzarme en escribir un post acorde a las reglas de internet. Hoy no tengo ganas de nada!

sábado, 13 de agosto de 2011

Deshojando margaritas


…Me quiere, mucho, poquito, nada.
…Me quiere, mucho, poquito, nada.
…Me quiere, mucho, poquito, nada. ¿Nada? No señor!!!
¿Dónde hay otra estúpida flor?

viernes, 12 de agosto de 2011

Pido perdón



Este blog es un fiel reflejo de una mala maña que me acompaña desde chica…mi tendencia a abandonar cosas.
El último post lo escribí hace casi un año…supongo que el casi me salva.
Cuando me inicié en el mundo bloguero lo hice porque era una tarea para mi clase de Periodismo Digital. Así, cambió dos veces de nombre y nuca he sabido bien de qué mierda quiero que se trate.
Viendo el interrumpidísimo hostorial, me siento casi como haciendo una evaluación de mis acciones a lo largo de la vida…unos post me enorgullecen y otros me dan verdadera vergüenza.
Hasta ahora que hago un click (literalmente), y me doy cuenta de que los post que más me gustan son los relacionados con situaciones de bajón. Y bueno… quien te dice y ésto empieza a tener éxito si se convierte en mi espacio de catarsis.
Pido perdón: por los post chotos que alguna vez escribí, por todas las cosas piola que tuve para decir y no dije por fiaca, por ser tan inconstante con este espacio y porque hoy, nuevamente, rompo el contrato de lectura y le cambio de nuevo el nombre.
Capaz que pido perdón al pedo, porque presiento que no me lee ni el loro.
Para los que a partir de hoy lo lean, sean bienvenidos.

jueves, 4 de noviembre de 2010

El bien y el mal en el mismo nombre


Se llama Jesucristo Hitler Paracelso Zeppelin Montoya González, es colombiano y conduce un taxi. Su padre, Manuel Vicente Montoya Lozano, afirma que se inspiró en “la información científica y cultural que ha leído” para elegir los particulares nombres de sus hijos. Al menor lo bautizó como Aristóteles Pitágoras Aristocles Montoya González.
Jesucristo Hitler ha enfrentado insultos, burlas y rechazos, pero jamás ha pensado en cambiarse el nombre.
Su mujer lo llama Jesús, pero cuando está enojada le dice Hitler.
A diferencia de Argentina, en donde la ley 18248 regula derechos y deberes a la hora de elegir un nombre, en Colombia no existe una reglamentación al respecto. Por eso, además de Jesucristo Hitler, te puede pasar tener un amigo llamado Sensor Excel, o una novia llamada Us Navy...te puede pasar!
Ver la nota original.