El
nuevo salario mínimo, vital y móvil representa una mejora del 25%. En los últimos 8 años, el salario mínimo en Argentina ha subido un 840%. ¿Y si empezamos a hablar un poquito de esto también? No sólo los patrimonios se incrementan en el país!
En los últimos días he leído y escuchado en muchos medios de comunicación que "nadie sube su patrimonio a la velocidad del matrimonio Krichner (¿récord mundial?)". Decir esto me parece una simple chicana que no habla de economía, de salario real o nominal, ni de nada.
Ahora se le reprocha a la presidenta la falta de medidas progresistas. Todos podemos estar de acuerdo y decir que una medida progresista sería eliminar el IVA en los artículos de primera necesidad y -de esa manera- que el precio no siempre caiga sobre los que menos tienen. Pero no jodamos che! Pensemos un poco en las medidas de este gobierno. Pese a quien le pese, le guste a quien le guste, este gobierno ha tomado medidas totalmente progresistas en todos los ámbitos, incluido el económico.
Falta mucho por hacer, seguro; y seguro que van a seguir por más tiempo (ojalá que así sea) para profundizar un verdadero modelo como hace muchas décadas Argentina no tenía.
Durante la década del 90, para los nostálgicos de Menem, el salario mínimo se mantuvo congelado en 200 pesos equivalentes a 200 dólares. Ahora, ¿un peso no valía un dólar? Evidentemente no. Argentina estaba en una burbuja, aunque a muchos les encantaba. Y como esos ejemplos podemos hablar de muchas cosas.
Hasta que llegó la "yegua", la que aumenta tanto su patrimonio, a la que muchos cuestionan y putean por la marca del reloj que usa. Estaría bueno pensar un poquito más lejos, no donde termina nuestra nariz.
Soy extranjera, pero me siento feliz, no solo porque puedo desarrollarme profesionalmente en este país, sino porque me gusta lo que se está gestando, porque apuesto a este modelo. Apuesto, inclusive, sin participar políticamente porque no puedo votar, pero apuesto quedándome acá y reconociendo que aunque falta muchísimo por hacer, a diferencia de 1995, de 1999, o de lo que pasa en otros países de Latinoamérica y del mundo, confío en que este gobierno va hacerlo, de a poco, como se debe consolidar un modelo.
Hace poco vi un grafiti que decía "Néstor vive en la asignación universal por hijo".
Gracias Néstor, yo sí te lloré y te agradezco todo lo que hiciste. No tengo hijos, así que no cobro un mango, pero me alegro porque sé que hay pibes que lo necesitan y mucho.
Estoy podrida de notas ancladas hasta el hartazgo en lugares comunes como esta de
Carlos M. Reymundo Roberts en el diario La Nación. El aumento patrimonial es una comisión incorporada a la gestión de gobierno, de todos los gobiernos, no es exclusividad de “la yegua”. No es choreo, y por eso no incide, ni incidirá, en la decisión del voto, que es lo que pretenden los multimedios que saben que con la reelección se les acaba el currito!
El
23 de octubre se cierra esa discusión.