Este blog es un fiel reflejo de una mala maña que me acompaña desde chica…mi tendencia a abandonar cosas.
El último post lo escribí hace casi un año…supongo que el casi me salva.
Cuando me inicié en el mundo bloguero lo hice porque era una tarea para mi clase de Periodismo Digital. Así, cambió dos veces de nombre y nuca he sabido bien de qué mierda quiero que se trate.
Viendo el interrumpidísimo hostorial, me siento casi como haciendo una evaluación de mis acciones a lo largo de la vida…unos post me enorgullecen y otros me dan verdadera vergüenza.
Hasta ahora que hago un click (literalmente), y me doy cuenta de que los post que más me gustan son los relacionados con situaciones de bajón. Y bueno… quien te dice y ésto empieza a tener éxito si se convierte en mi espacio de catarsis.
Pido perdón: por los post chotos que alguna vez escribí, por todas las cosas piola que tuve para decir y no dije por fiaca, por ser tan inconstante con este espacio y porque hoy, nuevamente, rompo el contrato de lectura y le cambio de nuevo el nombre.
Capaz que pido perdón al pedo, porque presiento que no me lee ni el loro.
Para los que a partir de hoy lo lean, sean bienvenidos.